El Índice de Precios de Consumo determina la variación del nivel de precios minoristas de la "cesta" de bienes y servicios. Se considera que el IPC es más fiable si a la hora de calcularlo no se tiene en cuenta el sector energético y alimenticio de la industria. Los precios de los bienes y servicios de importación se consideran durante el cálculo de este índice. El IPC es el principal indicador del nivel de inflación en el país.
Este índice se analiza junto con el indicador PPI ("Índice de Precios al Productor"). Si la economía se desarrolla en condiciones normales, el crecimiento de los indicadores IPC e IPP puede llevar a que en el país suban las principales tasas de interés. Esto a su vez conduce al crecimiento del precio del dólar, puesto que se aumenta la atracción de invertir en la divisa que tiene la tasa de interés más alta.