Este índice mide los precios de las viviendas de obra nueva y es uno de los componentes del IPC. La subida de los precios indica en el aumento de la demanda por parte de los consumidores y en la expansión del mercado inmobiliario. Al mismo tiempo, los altos precios de la vivienda que acompañan la expansión de la economía suelen provocar la presión inflacionaria.